Los ríos de glicerina son formaciones estéticas en el jabón de proceso en frío que se suelen ver como estrías, craquelados o grietas más claras o de color translúcido atravesando el color opaco del jabón. También son llamados «Ríos de DT» (ríos de Dióxido de Titanio/ TDRivers), crepitación de DT o separación de glicerina, pero yo los llamaría efecto floculado o floculación. No afectan la calidad ni características del jabón.

Los jabones con este efecto no son de inferior calidad que otros, solo se ven diferentes, pueden ser más o menos atractivos depende con el amor que los mires.

Trataré de explicar desde mi experiencia, cómo se forman y cómo evitar que se produzcan.

Comencé a notar este efecto hace unos 10 años mientras elaboraba jabones con especias molidas, mi jabón «especias de oriente». Son los jabones marrones de la imagen superior. De inmediato noté que las especias molidas se aglomeraban como islotes de un delta. Como la saponificación en frío produce glicerina como producto, además de puro jabón, supuse que era la causante de los ríos, pero aún no sabía porque se producían. Más adelante noté que aparecían con mayor frecuencia en los jabones coloreados con dióxido de titánio y otros pigmentos minerales y óxidos y que a la vez pasaban por la etapa de gelificación.

Cuando aprendí que la gelificación se producía no solo por el calor, sino además debía haber una concentración baja a normal en la lejía, entendí que el agua era el factor principal. Y esto se pone de manifiesto en la técnica GHOST.

Comprendiendo las etapas por la que pasa el jabón puedo imaginar lo que sucede cuando se juntan varios factores. No obstante, para escribir este post consulté blogs de destacados jaboneros y así contrastar mis suposiciones con sus observaciones y dar un perfil más científico a esta explicación. Encontré mucha reproducción y duplicación del tema y nada nuevo. La mejor información la encontré en documentos centíficos sobre el comportamiento de pigmentos y óxidos en la industria y esto me develó una cosa: no son los ríos de glicerina los que forman estas manchas caprichosas de color, son los pigmentos que se aglomeran dejando espacio a los «ríos de glicerina».

Cuando el jabón por saponificación en frío, coloreado con polvos de plantas, arcillas o pigmentos minerales, pasa por la etapa de gelificación se puede producir este fenómeno, en la industria de la pintura se lo llama floculación. Es importante notar que esto no sucede si el jabón se colorea con colorantes, aunque se reproduzcan todos los factores. Tampoco sucede si el jabón no pasa por la gelificación.

Cuando el fenómeno aparece de forma espontánea, la barra de jabón debe haber gelificado, ya sea por:

• aislamiento de la barra
• baja concentración de la lejía
• temperatura de saponificación alta
• fragancias catalizadoras (aceleradoras de traza)
• azúcares catalizadores (azúcares, miel, leche, sorbitol…)

Es importante recalcar que aunque la barra gelifique, para que se produzca el craquelado debe haber pigmento o polvos que puedan flocular (aglomerarse) sumado a una concentración baja de lejía, entre el 27% y 30%.

Cuando se llega a la traza y se vierte el jabón en el molde, no es 100% jabón, es una emulsión de agua, álcali y aceites. La emulsión comienza a gelificar por aumento repentino de la temperatura, las moléculas de jabón comienzan a formarse y a liberar glicerina y energía en forma de calor, la concentración de agua ayuda a formar un coloide y todas las moléculas se organizan.  El incremento de la temperatura hace que los triglicéridos liberen la glicerina a gran velocidad. Éstas liquifican el jabón, propician su forma de gel y abren camino para que las partículas de pigmentos se aglomeren en un estado de jabón menos denso. Las partículas de pigmento tienen tendencia natural a la aglomeración, se atraen por diversas fuerzas (físicas y químicas), son muy grandes e insolubles. (1) Por eso la industria de las pinturas lucha constantemente contra la floculación de los pigmentos agregando cargas y dispersantes.

Resumiendo: en la etapa de gelificación el jabón está en forma coloidal (gel), las partículas de pigmento pueden moverse y aglomerarse por fuerzas de adhesión física, lo que se llama floculación. Estas aglomeraciones de pigmento son las que vemos separadas por los «ríos de glicerina» y se pueden apreciar perfectamente en la imagen siguiente.

La glicerina formada representa entre un 11% y 13% del peso de los aceites. Al ser higroscópica absorberá parte del agua del jabón y lo fluidificará, el producto de la saponificación se abrirá camino entre los aglomerados de pigmento y creará un área más translúcida y “limpia”, más clara, que al curarse quedará algo retraída. Cuanto más agua tenga el jabón, más ligera será la fase de gel y las moléculas de glicerina aportarán transparencia y una consistencia más fluida para que el pigmento flocule sin casi resistencia. En esta fase todo el jabón está completamente fluido, el pigmento sin resistencia se aglomera  y «los ríos» no son más que jabón + glicerina sin pigmento.

En el siguiente jabón de tres arcillas, se puede ver el craquelado y las aglomeraciones de arcilla blanca y roja y muy poco de la verde.

Para investigar más a fondo, he acudido a un especialista y asesor, ingeniero Vicente Gianni, químico especialista en fabricación de pinturas artísticas e ingeniero en calidad, y le consulté sobre el comportamiento de los pigmentos. Gianni primero mencionó la gran diferencia que existe entre un colorante y un pigmento. «Los pigmentos son totalmente insolubles en cualquier vehículo que los contenga, mientras que los colorantes se disuelven totalmente en el vehículo y migran. Debido a esta diferencia, los pigmentos mantienen su morfología y tienden a volver a reagruparse. Para evitar esto se utilizan agentes dispersantes. La lecitina de soja es un dispersante natural muy efectivo, por ejemplo». Luego me comenta que …» En este caso, seguramente los pigmentos inorgánicos como el dióxido de titánio, pueden migrar (moverse) dentro de una fase líquida coloreándola y causando un efecto craqueado».

Principal factor culpable

El  fenómeno que se produce en este tipo de jabón es la floculación. Los factores para que se produzcan los ríos de glicerina o la floculación de pigmento son varios, pero principalmente lo genera la concentración del agua de la lejía sumada a la gelificación. Si se utiliza una concentración alta, entre un 36% a 40%, habrá menos agua en la masa, menos fluidez, más viscosidad y más resistencia para movilidad del pigmento, lo que equivale a una buena dispersión.

Cómo evitarlo

Si quieres lograr un jabón sin ríos de glicerina aumenta la concentración de la lejía y trata de no utilizar fragancias catalizadoras. Esto favorecerá un buen desmoldado,  evitará la formación de ceniza de sosa y acelerará el curado. Puedes utilizar pigmentos, azúcares y gelificar el jabón si lo deseas, sin correr riesgo a que se formen floculaciones y ríos.

Espero que te haya servido esta explicación y me dejes tu aporte o experiencia para poder enriquecer esta información en beneficio de otros jaboneros. Gracias!

AGRADECIMIENTOS:

Vicente A. Gianni, Asesoramiento químico  www.quimicadelarte.com  info@quimicadelarte.com

IMÁGENES: Marcela Borcosky, Mar García, Daniela Urzúa, Ana Rojas.

[1] https://www.lankem.com/post/floculaci%C3%B3n?lang=es#:~:text=La%20floculaci%C3%B3n%20puede%20ocurrir%20cuando,en%20la%20misma%20dispersi%C3%B3n%20%2F%20recubrimiento.